Puertas de acceso
El porqué del matrimonio periodismo-literatura
Parece ver cierta naturalidad en la relación entre periodismo y literatura en la modernidad.
Cuando escuchamos o leemos la palabra “Literatura” estamos bajo el influjo de varios conceptos que, cooperan en nuestra compresión del termino y que ,nunca observamos o cuestionamos con algún detenimiento.
Varios textos que pertenecen a nuestra tradición literaria nacional no fueron publicados en libro sino tardíamente Ej.: Una excursión a los indios ranqueles (1870) de Lucio V. Mansilla y Facundo (1845) de Domingo F. Sarmiento fueron apareciendo por entregas, en los periódicos de sus días. Si consideramos la publicación en libro como un rasgo característico como no literarios textos como las crónicas de José Martí, redactadas a finales del siglo XIX, o las Agasfuertes porteñas de Roberto Art., escritas entre el 20 y el 40 en un Bs. As.
Si de géneros se trata…
A partir del Romanticismo, cambia el concepto de literatura. La practica literaria en la modernidad, se autonomiza. La función de la literatura es una función específica, específicamente literaria.
No importa que lo que en ella se diga no sea cierto ni loable o sospechemos en ella contenidos Poco “decentes”, sola importa que sea literatura. Para condenar o exaltar un texto literario. Solo vale presentar argumentaciones Específicamente literarias.
Según el filósofo alemán Habermas, en la modernidad las distintas prácticas sociales se vuelven autónomas. La educación, la justicia, la cultura, la información. Son todas practicas que deben autofundamentarse. Los valores que guían sus mecanismos de funcionamiento son dirimidos interna mental. No es valido formular argumentos morales para censurar una obra literaria. Los criterios para validar las prácticas de cada esfera son específicos de esta.
La educación, la justicia, la cultura se ubica cada una en sus propias esferas de acción. Pero comparten, todas las prácticas sociales, el uso de la palabra.
El teórico literario y lingüista M.M Bajtín entonces sostendrá que todas las prácticas establecen su discurso a través de enunciados, y cada uno de estos enunciados en cada una de estas esferas hace un uso relativamente similar, estandarizado de ese discurso. Producen enunciados similares, compatibles. Estos enunciados comparten características temáticas, y por lo tanto, tendrán también un vocabulario en común. Esos miles de enunciados compatibles entre si, dice Bajtín formar un genero discursivo. Así habrá tantos géneros discursivos como practicas sociales.
Aplicando esta teoría al campo de la literatura, entonces habrá una esfera literaria que produce uno o varios géneros, todos ellos más o menos autónomos. En cuanto lo temático, que la ciencia ficción cuenta siempre fenómenos ocurridos en extrañas civilizaciones imaginarias, que en el policial no so nos relata sino crímenes. Cada género dispone de sus propias leyes. Por eso, en la literatura, les permitimos a sus textos un uso muy libre de la imaginación, aunque a veces nos parezcan incluso inverosímiles.
Y el periodismo por su lado, genera enunciados tales como entrevistas, crónicas, artículos de opinión; su esfera de acción reside en los medios masivos.
Su esfera de acción es la literaria, no los medios de comunicación masiva.
En la modernidad, el escritor pasara de ser un sujeto “iluminado” por la vocación literaria en todo caso tendrá que habérselas con los prosaicos requerimientos de la profesión.
La literatura no es masiva y la que si lo es será condenada por los “verdaderos” escritores. El escritor que pretende vivir de de sus letras, deberá esforzarse, por ejemplo haciendo periodismo.
En los formales, no hay rasgos distintivos que sirvan para diferenciar netamente un artículo periodístico “estándar” de otro escrito por un avezado hombre de letras. La diferencia, no seria estrictamente genérica sino meramente valorativa.
No hay una singularidad específica en el tiempo de enunciados, sino un tratamiento más detenido y estatizado a partir del uso del género.
Si de periodista se trata…
El periodismo habla generalmente de todo, de la actualidad. La actualidad: otro sagrado valor de la modernidad.
La modernidad no exige estar informados. Lo nuevo lo actual presenta características propias que atañen a nuestra experiencia, poco comparable a otros pasados. En este culto de la actualidad, el periodismo halla una de sus razones de ser. Una de las funciones que permite establecer características distintivas en los múltiples géneros periodísticos es la de informar. Informa todo lo que ocurre todos los días, en nuestra civilización y adquiere cada día. Desde este punto de vista, los géneros periodísticos son más o menos informativos y, muchas veces, narrativos.
Algunos escritores han escrito textos periodísticos narrativos, cuya función no es primordialmente informativa. Entonces toman referentes de los que ya los periodistas han dado cuenta, los escritores, a elaborar la redacción de la noticia. Generalmente encuentran su lugar en el comentario de los que ya ocurrió y todos los sabemos y aportan su palabra para una hipotética interpretación de ese hecho.
Los escritores no se vieron, tan urgidos como el periodista que tuvo que redactar la noticia de lo que ocurrió hoy a la mañana, o hace quince minutos, o la semana pasada y que solo se supo recién a hora.
Pero no necesariamente dicen los escritores algo distinto de lo que informa el periodista. Porque mas allá de la “profundidad” o “vuelo poético”, más allá de lo acertado u osado de algunas descripciones y procedimiento narrativos.
Y como siempre, romance entre escritores y periodistas
Un fenómeno interesante llamado Nuevo Periodismo, ha logrado complicar todavía más las relaciones entre periodismo y literatura.
A mediados de la década del 60, surge en los EE.UU una corriente de periodistas que se aburren de la concisa, limpia y “objetiva” nota periodística. Proponen entonces que el periodismo vuelva a darle al lector lo que la literatura, demasiado encerrada en si misma, ya no parece otorgarle: placer, diversión, emoción estética. El periodista podrá escribir sus notas tomándose todas las libertades formales que la literatura le ha enseñado.
Escritores como Tom Wolf, Norman Mailer y otros descubren que la arrolladora y vertiginosa cultura de su década les pide a los gritos una escritura más vivaz y “aggiornada”.
Muchos artículos del nuevo periodismo y muchas obras de no ficción fueron posteriormente publicados en libro, pero no subestimaron a priori la publicación en el diario o la revista en cuestión.
No presumamos que, escritores y periodistas argentinos se hayan deleitado primero como lectores de este “nuevo periodismo” y luego sea hayan propuesto reproducirlo de la mejor manera posible aquí.
Rodolfo Walsh fue, un pionero de la literatura de no-ficción y sus novelas Operación Masacre. Fueron compuestas y publicadas antes que el Nuevo Periodismo norteamericano
De nuevo, el periodismo toma cosas de la literatura que luego ella tomará a su vez del periodismo.
Cada vez más lejos de la torre de marfil
¿Quiénes son los intelectuales, cual es su función? Básicamente, quienes detentan un uso muy frecuentado y “aceitado” del discurso, quienes poseen una capacidad discursiva muy consolidada y trabajan a partir de ella; su discurso es su instrumento, su primera y fundamental posesión: Su capital simbólico. No hay democracia sin conflicto ni debates. Y el intelectual es quien cumple su deber haciendo sonar su palabra.
La modernidad liga la escritura con la racionalidad. Quien “sabe” escribir está dotado mejor que nadie para arbitrar los problemas más sesudos y virulentos, la resonancia y el peso de la figura del intelectual varía mucho de un momento a otro de una sociedad. En la actualidad en intelectual proveniente de lastra, con bastantes conflictos y suerte variable, disputa su territorio con otras figuras ahora autorizadas por los medios masivos a participar en el debate.
El hecho de que la literatura sea una práctica autónoma ha llevado a algunos a creer que en ella solo importa la belleza, la imaginación. Y por lo tanto quien hace literatura se halla casi inmediatamente descalificado en el terreno de “las ideas”.
viernes, 11 de septiembre de 2009
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